Almuerzo, cenas, mates, nada… charlas, discusiones, opiniones, silencio… fiestas, cervezas, mates, música, nada…
Cuantas cosas compartidas, cuantas cosas únicas, solamente vos me entendiste, solamente vos me ayudaste, escuchaste y me levantaste.
Cuantas veces tuviste ganas de golpearme para hacerme reaccionar, cuantas veces quisiste dejarme cometer errores y sin embargo tu naturaleza generosa y caritativa no te dejo hacerlo.
Noches enteras debatiendo sobre algún tema sin coherencias que sonaban tan importantes en el momento (remís o rémis...), cuantas charlas tan serias sobre temas que a pesar del tiempo no he podido superar…
Cuantas verdades tan brutas que han dolido me has dicho solo para que te entienda tus reproches.
A pesar de todo eso, siempre me dejaste ser parte de algo tan importante como tu vida.
Me has enseñado a respetar y querer, a ser mejor persona con cada charla que hemos tenido. A superar todos los obstáculos que he encontrado, y con aquellos que tengo que aprender a arrastras me has ayudado a llevarlos de la mejor manera posible.
A pesar de todo eso nunca dije gracias, ni creo que tenga que decírtelo.
Solo espero ser lo mismo que sos vos para mí.
Sin importar nada poder estar cuando lo necesites, y ayudar con esas cargas que la vida nos da.
En nuestra necesidad imperiosa de compartir nuestras culpas he inocencias nos hemos encontrado en este camino que no sabemos a donde nos dejara pero conocemos bien la meta, algunos con el paso de los años, la han alcanzado... otros tendremos que esperar quien sabe cuanto...
Para todos aquellos que sin necesidad de que se los diga, se sientan identificados…
y muy especialmente para vos Gaby... donde quieras que estes... adonde sea que nos encontremos...
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